París, Francia - La diplomacia francesa ha elevado el tono en respuesta a las polémicas declaraciones del embajador estadounidense en París, Denis Shapira, sobre el antisemitismo en Francia. El Ministerio de Asuntos Exteriores francés ha convocado al embajador para una reunión urgente, calificando las afirmaciones como “inaceptables” y “fuera de lugar”.

El incidente se originó en un evento público reciente donde Shapira, en una conversación abierta en The Atlantic Council, sugirió que el antisemitismo en Francia era un problema más profundo y extendido de lo que el gobierno francés reconoce. Sus comentarios generaron una ola de indignación en Francia, con acusaciones de interferencia en los asuntos internos y de una falta de comprensión de la complejidad del tema.

“El Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado al embajador de los Estados Unidos en París para expresar su profunda preocupación y rechazo ante las declaraciones del señor Shapira,” declaró un portavoz del ministerio. “Consideramos que estas afirmaciones son inaceptables, inexactas y no reflejan la realidad de la situación en Francia. Francia está firmemente comprometida con la lucha contra el antisemitismo y ha tomado medidas significativas para proteger a sus ciudadanos judíos.”

El gobierno francés ha enfatizado que ha implementado numerosas políticas y programas para combatir el antisemitismo, incluyendo el aumento de la seguridad en las sinagogas y escuelas judías, la promoción de la educación sobre el Holocausto y la persecución del odio en línea. Además, se han reforzado las leyes contra la discriminación y el racismo.

Las reacciones en Francia han sido rápidas y contundentes. Políticos de diversos partidos han condenado las declaraciones de Shapira, acusándolo de socavar la confianza entre los dos países y de ignorar los esfuerzos del gobierno francés para abordar el antisemitismo. Grupos judíos franceses también han expresado su descontento, argumentando que las declaraciones del embajador son injustas y perjudiciales.

Este incidente ha puesto a prueba las relaciones diplomáticas entre Francia y Estados Unidos, dos aliados históricos. Se espera que la reunión entre el embajador Shapira y las autoridades francesas sea tensa, con ambos lados buscando una solución que evite una mayor escalada de la tensión. El gobierno francés ha insistido en que espera una disculpa formal por parte del embajador y una reafirmación del compromiso de Estados Unidos con la amistad y la cooperación con Francia.

La controversia también ha reavivado el debate sobre el antisemitismo en Europa y la responsabilidad de los gobiernos en la lucha contra este flagelo. Mientras Francia se defiende de las acusaciones, la comunidad internacional observa atentamente, preguntándose si este incidente marcará un punto de inflexión en las relaciones transatlánticas.