Navarro, un reconocido crítico del régimen cubano, ha sido encarcelado desde 2021 tras participar en las protestas del 11 de julio. Desde entonces, su salud ha sido objeto de constantes informes preocupantes, y su esposa ha alertado sobre la falta de acceso a atención médica adecuada y el trato inhumano que recibe por parte de las autoridades penitenciarias.

La denuncia de Álvarez Campillo llega en un momento de creciente atención internacional sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. Organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros han expresado su preocupación por el trato a los presos políticos y han instado a las autoridades cubanas a garantizar su debido proceso y acceso a la atención médica necesaria.

La esposa de Navarro ha detallado que su esposo sufre de diversas dolencias, incluyendo problemas respiratorios y cardiovasculares, que han sido exacerbados por las condiciones de detención. Además, ha denunciado la falta de higiene en la enfermería y la escasez de alimentos y agua potable. "Es inaceptable que un ser humano sea tratado de esta manera, especialmente cuando se encuentra enfermo y vulnerable", declaró Álvarez Campillo en una entrevista reciente.

La comunidad internacional ha pedido a las autoridades cubanas que permitan visitas de organizaciones de derechos humanos y médicos independientes para verificar el estado de salud de Félix Navarro y garantizar que reciba la atención médica adecuada. La situación de Navarro se ha convertido en un símbolo de la represión política en Cuba y un llamado a la acción para defender los derechos humanos y la libertad de expresión.

La persistente denegación de condiciones dignas y atención médica oportuna a Félix Navarro plantea serias dudas sobre el compromiso del gobierno cubano con el respeto a los derechos humanos internacionales. La comunidad internacional sigue de cerca este caso, esperando una respuesta urgente y favorable que garantice la salud y la integridad del preso político.